El retorno de este tipo de educación tiene una insospechada proyección Horacio Aránguiz, Ministro de Educación (Revista Educación, 1985).
Antecedentes de la investigación
Han pasado 30 años desde aquel día del mes de marzo de 1985, fecha en que se inicia oficialmente una aventura experimental única para la formación de profesores en nuestro país luego del cierre de las Escuelas Normales el año 1973.
En la década del 80´, el Ministerio de Educación orientaba su sistema educacional en otorgar una efectiva igualdad de oportunidades educativas a todos los niños, jóvenes y adultos del país, con el objeto de que reciban la formación necesaria de acuerdo con sus aptitudes, necesidades e intereses, condiciones que llevaría a toda persona a ser capaces de integrarse en forma positiva y creativa a la sociedad.
Bajo esta visión nace la Escuela Normal Experimental de Ancud, por la necesidad de formar un profesor que, por una parte, conozca y valore su región y, por otra, reciba la preparación más adecuada y que mejor se adapte a esa realidad, con el objeto de promover el su desarrollo integral. Por ello, esta iniciativa viene a satisfacer un requerimiento de la región y a mejorar la calidad de la educación que recibe el niño de sectores rurales, a través de la efectiva participación de un profesor especialmente preparado para esta tarea en la Xº región.
Su reapertura se circunscribe en rescatar los valores formativos tan propios de las tradicionales Escuelas Normales que dieron a Chile maestros insignes, que engrandecieron nuestra educación y que constituyen hasta el día de hoy un patrimonio de gran orgullo para la educación.
Es así como la ciudad de Ancud se constituye en el centro de un hito importante único en el país, que proyecta la preparación específica de un profesor rural, que además de su labor educativa ha de transformarse en un líder cercano a las comunidades que se transforme en apoyo sustantivo al desarrollo sociocultural de su territorio de desempeño, despertando en ellos la valoración y amor por su tierra y abriendo nuevos horizontes de oportunidades para los niños y niñas de los sectores rurales, fundamento y razón de ser de esta Escuela Normal.
Gracias a la alta valoración que las autoridades de la época mantenían hacia las bondades de las Escuelas Normales, es que deciden reabrir ésta, que por decenas de décadas fue la cuna formativa de grandes y destacados profesores rurales, principalmente en Chiloé.
Bajo el Decreto Exento Nº 47 del 22 de febrero de 1985 se crea el Liceo B Nº 43 Escuela Normal Rural Experimental de Ancud, ubicado en calle Almirante Latorre Nº 559, siendo Ministro de Educación el Señor Horacio Aránguiz Donoso y Subsecretario de Educación el Señor René Salamé Martín.
El acto de inauguración oficial se llevó a cabo el día 18 de abril de 1985, donde estuvieron presentes destacadas autoridades. Entre ellos el Ministro de Educación ante mencionado; la Directora Nacional de Educación Marta Stefanowsky; el Secretario Ministerial de Educación de la Décima Región Benigno Saralegui Alvar; y el Intendente Regional General de Brigada Aérea Jaime Lavín F. y otras autoridades locales, provinciales y nacionales. De igual manera estuvieron presente el cuerpo directivo y docente, estudiantes del primer curso entrante, padres, apoderados y ex alumnos de la Escuela Normal de Ancud provenientes de diferentes ciudades del país.
Fueron innumerables las notas de saludos y felicitaciones llegadas ese 18 de abril vía telegrama por parte de todas las autoridades de los gobiernos regionales y provinciales por la materialización de la recuperación de tan importante institución formadora de profesores, lo que sin duda evidencia el reconocimiento transversal que por historia y trayectoria ostentaban las Escuelas Normales.
En esta misma oportunidad el Ministro de Educación, en reunión con directivos y docente manifestó aquellos sueños y esperanzas puestos en este proyecto resaltando la importancia de su responsabilidad declarándoles: …no perder jamás lo que es la esencia misma de la Escuela Normal. Lo fundamental es poner el alma, la vida y el corazón en la entrega diaria permanente; infundir la mística, la vocación, el darse por el todo. Ustedes son los responsables de que el rumbo, el norte que hemos fijado para esta Escuela Normal no se pierda nunca (Revista Educación, 1985:7).
El mismo personero estampó en el Libro de Visitas Ilustres de la Escuela Normal su opinión con respecto a este gran acontecimiento, en el que se lee: Este día tan extraordinario, de tanta trascendencia para Chiloé y Chile entero, de reapertura de esta Escuela Normal de Ancud, representa para el Ministerio, el Ministro de Educación y todo el país, el retorno a un espíritu, a una mística, a una entrega de servicio público, en fin, a una voluntad de vocación inmensa que hace que este día sea para mí imborrable. Creo que los maestros normalistas son los sostenedores, los pilares de la enseñanza primaria o básica. A ellos, mi reconocimiento y admiración por todo lo que han hecho y seguirán haciendo. En este espíritu, creemos, seguirá esta ilustre Escuela Normal (Revista Educación, 1985:7).
Su primer Director fue el profesor Sergio Elgueta Imperiale, quien fue acompañado por nueve docentes, tres inspectores, dos administrativos y dos auxiliares. Un año más tarde, por traslado del señor Elgueta, asume el cargo de Director el profesor José Alfonzo Álvarez González, quien ocupará ese cargo hasta la finalización del proyecto.
El proceso formativo de los futuros Profesores del Escuela Normal Rural Experimental de tuvo una duración de siete años -con régimen de internado- cuatro de los cuales correspondió a la Enseñanza Media, con un currículum altamente exigente y orientación a la rural, introduciendo en forma paulatina contenidos de la especialidad y; tres años de formación profesional en la Universidad Austral de Chile, Sede Ancud, en la Carrera de Pedagogía en Educación General Básica.
Por razones desconocidas, el Proyecto fue truncado inesperadamente, cerrando su ciclo con el egreso desde la Universidad Austral en el año 1995, de la última promoción de estudiantes que ingresó el año 1988 a 1° medio de la Escuela Normal.
Hoy en día, con 25 a 30 años de servicio, más de un centenar de docentes que formaron parte de este Proyecto formativo, ejercen docencia y cargos directivos de manera destacada en zonas rurales y urbanas del sur de Chile, desde Temuco a Tierra del Fuego, y mantienen viva una mística normalista singular, siendo muchos de ellos agentes socioeducativos referenciales en sus distintas comunidades.
Objetivo generalIdentificar, comprender y valorar los aspectos más relevantes y el impacto del proceso de formación personal y profesional de los docentes que formaron parte del Proyecto formativo Escuela Normal Rural Experimental (ENREA) y Universidad Austral de Chile (UACH), Sede Ancud.
Objetivos específicos:
- Identificar la valoración que los docentes asignan a su proceso formativo desde lo académico y personal en la ENREA y UACH, y el impacto que uno u otro produjo en la vida profesional.
- Identificar los principales valores humanos y rasgos de personalidad que este proceso formativo impregnó en cada docente. Identificar elementos deficitarios que presentó el Proyecto ENREA.
- Rescatar aspectos y elementos que el Proyecto Experimental ENREA pudieran tributar al fortalecimiento de la mejora de la formación inicial docente.